Los grupos vulnerables en Guatemala sufrieron graves pérdidas en sus cosechas
21 de diciembre de 2005, Roma – Los daños provocados por la tormenta tropical “Stan” en los cultivos en Guatemala tendrán un impacto negativo en la seguridad alimentaria de los grupos vulnerables de población en las zonas afectadas y obligarán a un notable esfuerzo para rehabilitar el sector agrícola y mejorar la preparación ante casos de desastre, según advirtió hoy la FAO.
Las regiones de la costa Sur del Pacífico y del altiplano occidental guatemalteco fueron las más castigadas por el temporal, que afectó a unas 61 000 hectáreas de cultivos. “Stan” golpeó al inicio de la temporada de recolección de maíz y frijoles, provocando importantes pérdidas en dos cultivos de subsistencia que son la base de la dieta de la población (entre el 60 y el 90 por ciento de la producción, según una evaluación preliminar realizada por la organización de la ONU). Sin embargo, la buena cosecha en las principales zonas productoras de granos, sobre todo el Petén, compensa las perdidas habidas en las otras regiones.
La ganadería también se vio afectada, en especial los animales de granja (gallinas, cerdos), que constituyen un valioso recurso para los campesinos pobres. También se señalaron daños en cultivos comerciales, en especial el ajonjolí, junto a plátanos, café, caña de azúcar y hortalizas, además del sector pesquero y la acuicultura (cría de camarones). Los equipamientos agrícolas e infraestructuras, sobre todo carreteras y puentes, resultaron igualmente afectados.
Las regiones de la costa Sur del Pacífico y del altiplano occidental guatemalteco fueron las más castigadas por el temporal, que afectó a unas 61 000 hectáreas de cultivos. “Stan” golpeó al inicio de la temporada de recolección de maíz y frijoles, provocando importantes pérdidas en dos cultivos de subsistencia que son la base de la dieta de la población (entre el 60 y el 90 por ciento de la producción, según una evaluación preliminar realizada por la organización de la ONU). Sin embargo, la buena cosecha en las principales zonas productoras de granos, sobre todo el Petén, compensa las perdidas habidas en las otras regiones.
La ganadería también se vio afectada, en especial los animales de granja (gallinas, cerdos), que constituyen un valioso recurso para los campesinos pobres. También se señalaron daños en cultivos comerciales, en especial el ajonjolí, junto a plátanos, café, caña de azúcar y hortalizas, además del sector pesquero y la acuicultura (cría de camarones). Los equipamientos agrícolas e infraestructuras, sobre todo carreteras y puentes, resultaron igualmente afectados.
Impacto en las familias campesinas pobres
El impacto de “Stan” fue moderado en comparación con el PIB agropecuario del país, pero su efecto fue notable sobre las familias campesinas que cultivan pequeñas parcelas en zonas de ladera, con insuficientes insumos agrícolas. Se estima que más de 155 000 familias pobres perdieron en parte o totalmente sus activos de capital físico y su producción. Esto implica que aunque hay granos disponibles existe un grupo importante de familias sin los recursos para comprarlo.
En Guatemala la pobreza afecta al 57% por ciento de la población total, de la cual el 21,5% vive en situación de extrema pobreza.
“Existe un gran número de familias dedicadas a la agricultura de subsistencia que han perdido sus reservas y que tienen muy poco poder adquisitivo, por lo que pueden enfrentarse a la escasez de alimentos al carecer de ingresos para comprar en el mercado”, señaló Ian Cherrett, representante de la FAO en Guatemala, quien precisó sin embargo que “el país tiene suficiente grano para atender a las necesidades del mercado interno”.
Las mermas en las reservas de granos básicos a nivel familiar así como la falta de disponibilidad de semillas e insumos para la próxima siembra (Abril-Mayo 2006) implican el riesgo de un período de escasez durante el próximo invierno (Junio-Agosto 2006). La sequía de 2004 había ya dejado a gran parte de los productores con pocas reservas.
“Las plantaciones de caña de azúcar y los cafetales han sufrido daños, pero no tan cuantiosos como se consideró en un principio, por lo que la menor cosecha se verá compensada con la estabilidad de los precios internacionales, de forma que esperamos se sigan manteniendo las oportunidades de empleo para los jornaleros”, añadió Cherrett. El trabajo de zafra y recolección de granos de café representa una importante fuente de ingresos para las familias más vulnerables.
Las inundaciones y los derrumbes causados por la tormenta tropical “Stan”, a principios de octubre de 2005, provocaron la destrucción de aldeas enteras, en especial las situadas en los márgenes de los ríos, con un balance de al menos 1 500 muertos. Los departamentos más afectados fueron los de Solola y San Marcos, en la región altiplano central y occidental del país.
Daños también en El Salvador
Las consecuencias del paso de “Stan” en el sector agropecuario de El Salvador fueron en general de menor envergadura que en los países vecinos, resultando afectados los cultivos de frijol, maíz, arroz, café y algodón, en especial en las zonas del litoral, así como la infraestructura de regadío y viaria.
En este país centroamericano se observan además los efectos perniciosos de la erupción del volcán Santa Ana Ilamatepec, que ha afectado a las comunidades que residen en un radio de 50 kilómetros. Los cultivos, en especial los cafetales, han resultado perjudicados por la lluvia de cenizas volcánicas.
Rehabilitar el sector agrícola
La FAO ha puesto en marcha sendos proyectos con la finalidad de ayudar a las autoridades guatemaltecas y salvadoreñas en la rehabilitación del sector agrícola y lograr un uso eficaz de los recursos disponibles a través de la evaluación técnica detallada de los daños y la elaboración de un plan a corto y medio plazo. Las propuestas elaboradas a través de estos proyectos están siendo presentadas a posibles donantes.
Los expertos de la FAO consideran prioritario preparar una estrategia a mediano y largo plazo para reducir la vulnerabilidad de aquellas comunidades rurales que frecuentemente son afectadas por las lluvias torrenciales, típicas de un clima tropical. Esta estrategia debería incluir un mejor manejo de las cuencas con enfoque en el cambio de los sistemas de producción y manejo de los recursos naturales, priorizando programas de cambio en las fincas con énfasis en sistemas agrosilvopastoriles, en particular en las áreas de ladera y en los asentamientos en los márgenes de los ríos. Para alcanzar este objetivo, la FAO promueve la coordinación con el resto de agencias nacionales e internacionales involucradas en la rehabilitación del sector agropecuario.
“Stan” puso de relieve que hay un problema estructural de fondo, en lo cual hay un sector grande de la población rural con un alto nivel de vulnerabilidad y hace que ésta tenga pocas reservas para resistir cualquier impacto natural en su nivel de vida normal.
Faltan fondos
Tras el paso de “Stan” la ONU realizó un llamamiento de urgencia para Guatemala en el que la FAO solicitaba 3,5 millones de dólares para asistencia de emergencia y rehabilitación del sector agropecuario y de la pesca. La FAO presentó propuestas para diversas áreas, como la recuperación de huertos familiares y la vigilancia y prevención de plagas y enfermedades animales. Sin embargo, la comunidad de donantes todavía no ha dado una respuesta, por lo que se corre el riesgo que la situación entre los grupos más vulnerables se agrave todavía más.
0 comentarios: